El día de ayer, salió publicado en el diario oficial El Peruano, la creación de la Comisión Multisectorial de naturaleza temporal denominada “Comisión de Emergencia encargada de proponer acciones para la protección, prevención y atención de casos de violencia contra la mujer”, como anunció hace unos días el presidente Martín Vizcarra, luego de la muerte de Eyvi Ágreda.

Esta Comisión estará presidida por la Presidencia del Consejo de Ministros, e integrada por todos los ministerios, la Fiscalía de la Nación y representantes de la sociedad civil y tiene como objetivo proponer un Plan de Acción Conjunto que implemente las políticas públicas, estableciendo medidas concretas y urgentes a fin de prevenir la violencia contra las mujeres, así como brindar protección y atención a las víctimas de violencia, con énfasis en los casos de alto riesgo.

Esta nueva Comisión se suma a la creada por el Consejo de Ministros, cuando Mercedes Aráoz era la Primera Ministra, llamada Comisión de Alto Nivel para fortalecer la lucha contra la violencia hacia las mujeres, en el contexto de la violación y posterior asesinato de la niña Jimena en 2017, que, al parecer, es la misma estrategia que sigue usando el Gobierno cada vez que hay problemas que se les salen de las manos: crear comisiones, que lamentablemente luego no funcionan, porque no están pensadas para resolver problemas, sino para hacer control de daños.

 

¿Y por qué estas comisiones solo son una pantalla para tapar la ineficiencia del Estado frente a la violencia contra las mujeres? Porque ya existe una comisión que ve esos temas, bajo la rectoría del ente encargado de resolver esta problemática, el Ministerio de la Mujer. Esta Comisión Multisectorial de Alto Nivel formula los lineamientos y evaluación de lo establecido en la Ley N° 30364, Ley para Prevenir, Sancionar  y  Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar.

En lugar de fortalecer esta comisión, que existe desde el 2016, como por ejemplo, integrando al Ministerio de Economía para que destine un mayor presupuesto a las políticas que ya existen y que siempre tienen poco dinero, el Gobierno crea comisión tras comisión intentando lavarse la cara frente a una problemática que lo desborda.

Estas comisiones revisan lo que ya se ha hecho, vuelven a dar las mismas respuestas y no funcionan para nada, porque ya existe un ministerio que se encarga de ello, al que le quitan fuerza para intervenir, que se ve cercado por las fuerzas antiderechos y que tiene, hasta el momento, ministras que no han dado la talla al momento de frenar a las ideologías conservadoras y religiosas que impiden implementar buenas y eficaces políticas contra la violencia hacia las mujeres.