El fanatismo religioso está llegando a extremos insospechados. El 1 de enero de este año fue asesinado el menor MHM (17) por su propio padre en Saposoa, a una hora de Tarapoto en la región San Martín.

Según los vecinos, este sangriento hecho ocurrió porque Humberto Herrera, padre del menor, no aceptaba la orientación sexual de su hijo. Es así que fue decidido a acabar con la vida del menor, a quien disparó y mató de un balazo en el cuello. Luego del execrable hecho, el asesino se pone a rezar pidiendo perdón a Dios, como se escucha en el audio que Televisión Tarapoto pudo conseguir:

En el audio se puede escuchar cómo conversan Humberto Herrera con su esposa, luego surge una discusión, se oyen tres balazos y el grito desesperado y angustiante de MNH, a quien se le escapa la vida, la conmoción de los que se encuentran cerca, y por último, de forma perturbadora, el rezo del padre: 

“Dios Mío, dios mío, dios mío, dios perdóname padre, perdóname señor mío, perdóname todos mis pecados y recíbeme en tus santas manos, padre santo, ayúdame señor, ayúdame a vivir más cerca a ti, dios mío, perdóname, a mi hijito también padre, todo lo que hemos cometido en esta tierra, te doy gracias padre porque tú has estado conmigo en todo momento, padre santo perdóname, señor, te pido que lo cuides a mi hijito Jorge, ayúdame señor, dale consuelo a mis hijitos, cuídalos…”.

Humberto Herrera fue encontrado varias horas después muerto en los montes de Alto Pachiza. Se habría suicidado. 

El dato

Estos últimos años, las iglesias evangélicas encabezan las marchas en contra de los derechos de las mujeres, lgtbi y la aplicación del enfoque de género en diversos países de Latinoamérica, reemplazando el antiguo papel que cumplía la iglesia católica sobre estos temas. 

En Brasil, el giro conservador se ha dado en alianza entre el fascismo, con su presidente Jair Bolsonaro, y los principales líderes evangélicos que hoy ocupan puestos de gran poder. La primera medida de Bolsonaro fue retirar a la población LGTBI de las protecciones en las políticas públicas. Recordemos que en Perú, en el gobierno de Ollanta Humala, sin necesidad del fascismo, se sacó a la población LGTB del Plan Nacional de Derechos Humanos, situación que fue remediada en el gobierno siguiente. 

En Perú, las iglesias evangélicas tienen gran ascendente en las poblaciones más precarizadas, en donde logran muchas veces sustituir al Estado en las demandas populares. Muchos de estos líderes están vinculados a lavado de activos y enriquecimiento ilícito, viviendo lujosamente gracias a sus negocios, a que las iglesias evangélicas no pagan impuestos y a los diezmos que reciben de sus seguidores.