Luego de anunciar que ya no iba más, el alcalde electo por La Molina, Álvaro Paz de la Barra, dio marcha atrás e intentó explicar a qué se refería en la entrevista que ofreció a El Comercio el 19 de noviembre. 

— ¿Qué hará con el llamado ‘muro de la vergüenza’? 

Lo vamos a sacar, va a desaparecer. La única forma de poder frenar las invasiones es teniendo un sistema legal disuasivo y persuasivo, no habrá traficante ni invasor que tenga la osadía de invadir una zona protegida.

[El llamado ‘muro de la vergüenza’ es un cerco de 4,5 km que separa el asentamiento humano La Florida, en Villa María del Triunfo (VMT), de la urbanización Las Praderas, en La Molina. Este cerco de piedras y púas tiene una altura de 1,5 metros. Según dirigentes de VMT, su construcción se habría iniciado en el 2011. En la zona de La Molina se está ejecutando un proyecto de reforestación y un parque ecológico].

—El tratamiento a los problemas limítrofes y a las invasiones ha sido visto, por algunas personas, como discriminatorio, ¿qué mensaje espera dar su gestión?

Viví en La Molina durante mis 35 años de vida y tengo la suficiente autoridad para decir que lamentablemente en el distrito existe discriminación. Esto ocurre porque La Molina nunca tuvo una sólida y verdadera identidad. Tendremos una política pública de inclusión social, acá hay asentamientos humanos y yo quiero que en tres años se conviertan en zonas consolidadas.

Luego de tan progresistas opiniones, el nuevo alcalde recibió todo tipo de reclamos de la población molinense, por lo que tuvo que traducir y cambiar las opiniones vertidas en la entrevista. 

Ahora Paz de la Barra manifiesta que el muro no desaparecerá porque es una medida paliativa que funciona, llamó plaga a los invasores y sostuvo que tendrá “mano dura” con todos ellos porque esta es la causa de la inseguridad ciudadana, no la pobreza, la enorme desigualdad que existe en el país, la estratosférica diferencia entre ricos de La Molina y pobres de Villa María del Triunfo, el racismo y la falta de oportunidades para poder movilizarse socialmente y cambiar de estatus social, sino las personas que buscan un lugar donde vivir. 

Luego de este pronunciamiento, recibió las felicitaciones de la población molinense, que quiere el muro para no tener que ver a los pobres más que en sus cocinas y sus jardines.