Salvador del Solar aseguró en el Parlamento que la cuestión de confianza no es una amenaza para congresistas ni para el ejecutivo.

Mientras en este momento se realiza el debate por la cuestión de la confianza en el Congreso, el presidente del consejo de ministros, Salvador del Solar, asistió —hace unos minutos— al Parlamento para fundamentar el pedido del Ejecutivo. Allí agregó que no exige al Legislativo que los proyectos sobre reforma política se aprueben al pie de la letra.

El primer ministro, en ese sentido, explicó que los proyectos de reforma política que motivaron este pedido pueden ser modificados, y enfatizó que nunca exigieron que se aprueben en un plazo de dos semanas.

“Los peruanos merecen algo mucho mejor que lo que les estamos ofreciendo… Esta cuestión de confianza no es una amenaza del Ejecutivo contra el Legislativo”, señaló Del Solar.

“No hacemos cuestión de confianza, por ejemplo, sobre ninguno de los proyectos que tratan la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo no porque no lo consideramos relevante – consideramos que lo son, como toda la reforma -, sino porque aún en estas circunstancias queremos dejar en claro que no buscamos beneficiar a un poder sobre otro utilizando este mecanismo constitucional”, prosiguió en su disertación.

Otro de los momentos importantes de la presentación del titular del consejo de ministros, se remarcó que la corrupción es una amenaza tanto para las reformas política como para la justicia, y que esta reforma política buscan combatirla.

“No podemos tolerar que nuestra democracia se sostenga en partidos debilitados, altamente vulnerables a la corrupción… No hay en América Latina un país que desconfíe más de sus partidos políticos como el Perú”, manifestó Del Solar.

Hay que remarcar que la presente legislatura acaba el próximo 15 de junio, pero puede ser ampliada hasta julio si así lo quiere y acuerda el propio Congreso.

Finalmente, Del Solar explicó que el Ejecutivo no pide que los cinco proyectos de ley se aprueben al pie de la letra. Aceptó que estos pueden ser observados y modificados por el Congreso, pero “sin perder su esencia”.

Tampoco exigimos al Congreso – y es importante aclararlo – que los proyectos sean aprobados al pie de la letra. Nunca lo hemos hecho. Se mantiene el espacio para que el debate parlamentario enriquezca las propuestas en la medida en que su esencia no se vea alterada”, indicó.